Uruguay venció 3-1 a Colombia en base a contundencia, oportunismo y por la falta de claridad de su rival, que dominó cancha y pelota durante buena parte del partido. El equipo de Tabarez pasa al 6° lugar de la eliminatoria y queda a 1 de Argentina, siendo dueña de su destino ya que enfrentará a Ecuador y Argentina (sus 2 rivales más cercanos) en la próxima fecha doble.
El primer tiempo arrancó con una constante del primer período, el dominio de Colombia. Rápidamente llegaron los primeros intentos al arco de Castillo pero también con velocidad Uruguay (como rara vez sucede) supo aprovechar sus incipientes ataques. A los 6´ Cristian Rodriguez habilitó a Suarez y este definió magistralmente colocando el 1-0. Aunque esto no signigicó que los cafeteros disminuyeran sus ataques al arco locatario y siguieron insistiendo, pero con poca claridad y fueron pocas las veces que Castillo debió intervenir para salvar la valla. Inclusive cuando a los 29´ Uruguay se quedaba con 10 por la expulsión de Carlos Valdez tras una dura entrada contra John Viafara, otra dentro del catálogo de expulsiones tontas que venimos haciendo, lejos del área y sin peligro alguno.
Pero en la segunda parte las cosas se equilibrarian con asombrosa velocidad ya que a los 50 segundos de iniciado el complemento Teófilo Gutierrez le encajó una dura plancha a Martin Cáceres y se ganó la roja. Con este panorama la celeste empezó a frecuentar el contrataque, mientras Colombia hacia el desgaste en ofensiva, pero el técnico visitante movió el banco (cosa que raramente hace poco Tabarez, mira que no hay alargue obligatorio maestro, eh) y colocó a Giovanni Hernandez y a Jackson Martinez (el que le metió 3 a Peñarol en Medellin este año por la Primera rueda de la Libertadores). Estos muchachos le dieron un impulso importante al equipo cafetero y a los 64´ Martinez colocaba un balde de agua fria en la fresca noche Montevideana, cabeceando un centro en el área chica (tras otro error de Castillo) y empataba las acciones. Un poco de justicia se cernia sobre el Centenario porque Colombia era más que Uruguay desde el arranque del partido.
La cosa era sencilla, ¿Cómo reaccionariamos ante este duro golpe?. ¿Tabarez? Inmutable, ¿Los suplentes? Bien gracias, el banco no se movia y la tribuna se caia arriba. Pero algo raro tenemos, somos una selección medio masoquista, pareceria que nos gustara el dolor, perder contra los peores, estar contra la espada y la pared para reaccionar, algunos le llaman “garra charrua”. Otra vez, volvió a pasar, (AL FIN!, después de mucho tiempo, hace rato que en el ciclo Tabarez no mostrábamos eso de ir para adelante con lo que tuvieramos!) y a los 76´ Andrés Scotti recepcionó un centro de Álvaro Pereira para colocar el 2-1. Pero no contentos con eso Sebastian Eguren, recien ingresado a la cancha, tomó a los 86´ su chance para resarcirse y puso el 3-1 final con el que vuelve la zafra de calculadoras, volvemos a mostrar nuestras dotes matemáticas (che, no entiendo, ¿Porqué las pruebas PISA de nivel educativo en Uruguay da tan bajo en matemáticas si con la selección vivimos sacando cuentas?, contradicciones nuestras) o volveremos a ver la misma película de todas las eliminatorias.
El partido me dejó varias cosas para destacar:
- Si bien Castillo se solidificó como arquero de la Celeste, no deja de preocuparme esos pequeños errores claves que los estamos pagando caro (medicinalmente se conoce como “Sindrome de Carini”).
- La cantidad de faltas estúpidas que estamos haciendo lejos del área y que no sirven para nada, solamente para perjudicarnos.
- El oportunismo y la contundencia, cosas que vemos muy esporádicamente en la selección, eso de llegar poco y convertir. Es algo que debemos mejorar considerablemente, pero de lo que vi buenas señales hoy.
En octubre, vuelve la eliminatoria, Ecuador en Quito y Argentina en Montevideo, los rivales y los escenarios. Allí volveremos a darle vida a esa frase que inmortalizó Juan Autchain en su corto proceso en la mayor y que nos define a la perfección: “Matemáticamente, tenemos chance”.
"(eliga el que le guste más)"
ResponderEliminarYo prefiero el ambicioso plan de Guambia: una calculadora por niño. :P