Bienvenidos nuevamente, y perdónenme si me desvio de los temas habituales de este blog. Solo que prometí la semana pasada referirme a un tema determinado y por una cuestión de que no quería hablar en caliente y dejar una columna con falta de información, decidí estudiar bien el tema y dejarles hoy mi visión (Además, digan la verdád lo que pasó esta semana con respecto a este tema con más situaciones para criticar, me dio la razón de esperar un poco).
Lo ocurrido el dia 16 de noviembre al finalizar el partido Danubio – Nacional en la cancha de Jardines del hipódromo fue, como mínimo, una de las cosas más patéticas e inolvidables que vi en mi vida, increiblemente algunos parciales tricolores entrando a la cancha, robando una bandera y armando sublime lio dentro del campo de juego, mientras los policias miraban desde la entrada del tunel, de brazos cruzados, como se iniciaba el segundo espectáculo de la tarde (los lios, bien decía un oyente de un programa conocido diciendo que “el futbol es el único lugar en el cual pago una entrada y me dan 2 espectáculos”) y los hinchas de la franja al ver como los hinchas visitantes destrozaban el estadio y la pasividad policial, entraron a la cancha, armando el show de fondo.
Vamos a analizar las actuaciones desde varios puntos y sobre las consecuencias que debería acarrear. Por parte de la AUF (Asociación Uruguaya de Futbol) y de los clubes la omisión de controlar a los hinchas violentos y la falta de controles y de voluntad política para aplicar medidas y controlar el “Frankestein” que dejaron crecer y ahora no pueden controlarlo. Esta semana también salieron palabras del ex jugador Gustavo Poyet (Chelsea de Inglaterra), quién reside en el Reino Unido y presentó hace 2 años las medidas aplicadas en esa zona del mundo para eliminar a los “Hooligans”, y aca nadie le dió bola (además en una época donde se había dado la última, hasta ahora y ojala que sea por mucho tiempo, muerte en el futbol, la del hincha de Cerro, Hector Da Cunha), cosa que demuestra que el interés por aplicar el bisturí a fondo son pocas, al menos dentro del futbol.
En el ámbito extra futbolístico, dio real VERGUENZA la actuación de las autoridades del Ministerio del Interior, no solo porque omitieron actuar dentro de la cancha, sino por las declaraciones emitidas dias después del partido diciendo que el opreativo fue un éxito (capaz que olvidó lo que pasó al final o aplicó el discurso oficial en cuanto a seguridad, fue sensación térmica o el “WE ARE FANTASTIC”) . Esto es lamentable sin duda, pero es un reflejo de al áctitud del gobierno frente al delito, negandolo o culpando a la prensa de su existencia, siendo la única policia en el mundo que NO REPRIME, siendo esa su función natural, ejercer la coacción pública y “lavandose las manos”.
Conclusiones: Empezemos por el ámbito deportivo, en este caso en particular, Nacional debería ser SANCIONADO EJEMPLARMENTE, es el 4° disturbio en el que intervienen los hinchas de este club en todo el campeonato (vs. Villa Española, Liverpool, Defensor y Danubio), se deberían sacar puntos a la institución o colocarle una dura multa, ya que a otros clubes por sus disturbios se los sanciona (léase Peñarol).
En general, se deberían ejercer sanciones a las instituciones como por ejemplo la que se le impuso al club Goes en el basquetbol, desafiliación por 2 años (si es que tiene antecedentes) y en cuanto al público realizar controles severos en las entradas, examenes espirométricos, cacheos a TODOS, la no venta de entradas en los escenarios, la implementación de un sistema de venta de entradas por huella dactilar (como mostro Martin Fablet en en suplemento domingos de el matutino “El Pais” de ayer) o aplicar medidas más severas como la no presencia de hinchas visitantes, si es preciso.
La policia debe actuar como tal y reprimir si la situación lo requiere, ya que esa es su función primaria y fundamental, debido a que maneja el control de la coacción legal. Es imposible que se aplique lo pedido por la ministra del interior diciendo que los equipos debian pagar por seguridad interna, no es mala idea pero es imposible de aplicar en nuestro futbol casi amateur dónde no cumplimos ni los reglamentos.
Como última conclusión, si queremos rescatar el futbol nacional, debemos tratar de atraer a la familia nuevamente a la cancha y solo sacando la violencia del deporte, poniendo el bisturi a fondo, aunque por varios meses no haya futbol, hacer el cambio que nos permita festejar como en Inglaterra.